Una de las críticas
hacia el mundo del arte, generalmente provienen de personas ajenas y con gran
desconocimiento de este mundo, en la constante de ¿Pero, qué más se puede hacer,
si todo ya se reflejó? Es allí donde entra el _Apropiocionismo_ del arte ya
hecho.
En esta obra titulada _El
origen del mundo_ (1866) de Gustave Courbet lo mostraré.
Es ésta una obra que sigue siendo cruda a
la mirada de una sociedad tras cláusulas ficticias y que la repelen (público
común y corriente) ante el escrutinio social básico. El realismo de la obra no
mezquina un mínimo espacio para el rubor, para el rechazo y de la mano de su
creador para la mujer; la cual no se reconoce su identidad pero que el artista
(mi preferido del Realismo) a identificado en la universalidad del sexo. Ahora,
¿Cómo darle la vuelta, para apropiarla, a un tema que más pareciera un
signo? Signo y no símbolo y de allí su unicidad.
El apropiacianismo hace propia la obra de
otro artista pero, sin que ésta pierda identidad, haciéndola otra. Nueva.
La artista Deborah De Robertis presentó en
el Museo de Orsay (allí está la obra de Courbet desde 1994) un performance en
el año 2014. En la acción, ella se ubica frente a la pintura del Realismo y
abre sus piernas dejando visible su entrepierna sin pantys.
Es así, que ella
emulando a Courbet, confronta al público que asiste a la “nueva versión” del
_Origen del mundo_ . Éste performance se tituló _Espejo de origen_ . Es
indudable en esta actividad, la concesión y proyección de la obra a través de
la experiencia de la artista como fotógrafa que también es. La semiótica de la
imagen final es la proyección del lente cóncavo de las cámaras fotográficas.
Una imagen nítida y pura.
Finalmente, luego de la obra de Courbet y de
la apropiación que hace de ella De Robertis; deseo llegar a la artista Agnès
Thurnauer y su trabajo que titula _Original World._ del año 2006. Se encuentra en el Museo Gustave Courbet en Ornans.
Esta obra que es anterior,
cronológicamente, al performance pareciera surgir del arte conceptual de los
60'. Yo le impondría un New Conceptual. Deviene de la litografía, base, de la
obra de Courbet y de la "idea-concepto-palabra" de ésta artista.
Eminentemente, muy feminista. En la época donde en los últimos años es tan
sonado, expresado y "mostrado" la "lucha feminista" de
algunos grupos y que ahora entran al Museo de la mano y representación de los
nombres de los artistas más importantes de la Historia del Arte pero
invirtiendo su identidades sexuales. Haciéndolos transexuales. No puedo evitar
nombrar, a mi filósofo preferido contemporáneo Jean Baudrillard y su texto _Las
transparencias del mal_.
A está última obra, el Trans engulla la imagen
de Courbet y pareciera desaparecer ante la identidad de los nombres femeninos que
a su vez parecieran inmolar el cuerpo del pasado para traerlo a su presente donde
no se es lo que se visualiza sino, lo que se determina en un nombre genérico.
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